- "¿Querés ver algo más?" me preguntaba el vendedor mientras envolvía una remera que había comprado.
- "Ehm... no, no gracias." le respondí mientras me quedé hipnotizado por un par de cinturones que tendría que haber comprado hace meses.
Titubeo un poco, que si que no, que compro que ahorro... y termino recordando algo...
- "Recién es 8 de Diciembre, mejor dejo algunas compras para más tarde... sino no llego a fin de mes"
- "Claro"
Y justo ahí sale de la boca de un
amigo un
comentario que va a dejarme pensando durante un par de horas:
- "Igual ahora que no tenés novia podés gastar más"
El vendedor me mira, con cara de orgulloso como si me hubiese ganado el premio Novell me dice:
- "Bueno, ¡BIEN!"
Todos veían esta situación como algo demasiado positivo, y yo no podía ser menos...
- "Si, jaja... claro... gastaba mucha plata en nafta"
Es inevitable cruzarse con este tipo de situaciones que hacen acordarme de ella en algún momento del día. Hay veces en el que su nombre viene y al rato se va, dejándome el camino libre para poder continuar con lo que estaba haciendo. Otras veces pega más fuerte, me invita a reflexionar sobre mil cosas distintas.
Pienso en qué nos equivocamos, qué podríamos haber hecho mejor, cuáles eran nuestros verdaderos roces, si ese era el momento de largar todo o en realidad fue un impulso, una necesidad de cambio que necesitabas ante tantas presiones, y si en este naufragio nos hubiese servido una brújula y una balsa... o nos hubiésemos perdido de todas formas...
Como era de esperarse, las preguntas son muchas y las respuestas brillan por su ausencia. Creo que lo mejor que puedo hacer es no pensar tanto y dejar que el paso del tiempo se encargue de cicatrizar las heridas y de pasarme algunas respuestas que estoy buscando.
[Creo que acabo de escribir uno de los posts más personales en la historia de mi blog]Etiquetas: destacados, yo